sábado, 21 de diciembre de 2013

Vuelve a casa por navidad


¡No me puedo creer lo rápido que pasa el tiempo! ¿Cómo pudo ser junio la última vez que escribí en el blog? Mucho se ha cocido en mi horno desde entonces, de modo que tengo material en la despensa para vosotros, pero quería encontrar tiempo para desarrollar una idea que hacía tiempo me rondaba por la cabeza y que explicaría de forma dulce el motivo de tan larga ausencia.
Lo que pasó en junio es que mi chico y yo decidimos avanzar un poco e irnos a vivir juntos. Así que a mi atareada agenda tuve que añadir buscar piso, algún que otro mueble, hacer mudanza, pelearme con los instaladores de internet  y empezar a ocuparme de todo lo que hasta entonces me habían servido en bandeja mis papis.

De modo que, invadida por el espíritu de la aventura, me enfrasqué en este proyecto durante días…muchos días: una reproducción comestible de la casa de 'Up' (la peli de Pixar), como muestra de invitación a nuestro nuevo hogar a través de las aventuras que ocurran en mi cocina.
La verdad es que me dio tanto trabajo que tuve que renunciar a alguno de los detalles que tenía pensado, como unos muñequitos de los protas hechos en mazapán, pero con nuestras caras. Aun así, estoy contenta con el resultado, sobre todo teniendo en cuenta la dificultad, ya que está enteramente realizada con galleta y chocolate. Encontrar los planos de la casa en internet no fue fácil, pero lo que le siguió fue muchísimo peor. Derretí montones de chocolate para ensamblar todas las piezas de galleta y para hacer todas las decoraciones y toooodos los “tablones” que fueron cortados y pegados uno a uno. Además, si os fijáis, cada parte de la casa tiene un color distinto, por lo que tuve que repetir el proceso de derretir, tintar, extender, endurecer, cortar y pegar un montón de veces. Todo con la precaución de tocar lo menos posible el chocolate, que tiene a bien derretirse. Ufff...

La base oscura es una tarta bastante grande de galletas, empapada en café con leche, montada con capas alternas de moca y chocolate y cubierta con un ganache de chocolate. Por último, la vegetación está hecha a base de buttercream (crema de mantequilla).

Y ya que estamos, os recomiendo la película que me inspiró, demostración de cómo la vida puede ser una gran aventura más allá de la edad. Todo ello aderezado con una banda sonora que a mí me pone la piel de gallina, con nudito en la garganta incluido. De modo que en esta nueva etapa pretendo esforzarme al máximo para conseguir  que mis recetas compongan la música que os estremezca tanto como a mi 'Up'. Os lo prometo con “una cruz en el corazón”.





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